lunes, 31 de mayo de 2010

Opiniones sobre Rosas

Opiniones sobre Rosas


“Creen que soy federal; no señor, no soy de partido alguno sino de la Patria... En fin todo lo que yo quiero es evitar males y restablecer las instituciones, pero siento, que me hayan traído a este puesto” (Gobernador Juan Manuel de Rosas, 1829).


San Martín: “Diré a Usted que orejeo cada vez que veo dirigirse a nuestra playas a estos políticos (embajadores) y a pesar de lo que se dice de los sinceros deseos de estos dos gobiernos (Inglaterra y Francia) tienen de concluir definitivamente las diferencias con nuestro país, de todos modos yo estoy bien tranquilo en cuanto a las exigencias injustas que pueden tener estos gabinetes, porque todas ellas se estrellarán contra la firmeza de NUESTRO DON JUAN MANUEL” (Carta de San Martín a Guido, 27 de diciembre de 1847).

Lavalle: “Mi honor y mi corazón me imponen remover por mi parte todos los inconvenientes para una perfecta reconciliación...Y sobre todo ha llegado el caso de que veamos, tratemos y conozcamos de cerca de Juan Manuel de Rosas como a un verdadero patriota y amante del orden” (Gral. Juan Lavalle, 1829).

Juan Bautista Alberdi: “Si se perdiesen los títulos de Rosas a la nacionalidad argentina yo contribuiría con un sacrificio no pequeño al logro de su rescate. Hablar de la expectabilidad de Rosas es hablar de la expectabilidad del país que representa” (Juan Bautista Alberdi. Obras Completas, T.I. Bs.As. 1886. Afirmado originariamente en su “Fragmento Preliminar al Estudio del Derecho”). “Yo fui enemigo lo recuerdo con disgusto” (Ver más opiniones de Juan Bautista Alberdi sobre Rosas).

“Rosas y la República Argentina son dos entidades que se suponen mutuamente; él es el que es, por ser argentino; su elevación se supone la de su país; el temple de su voluntad, la firmeza de su genio, la energía de su inteligencia, no son rasgos suyos, sino del pueblo, que él refleja en su persona” (Alberdi. La Argentina treinta y siete años después de la revolución de Mayo. Valparaíso 1847).
 
"Buenos Aires, bajo Rosas y después de él, nunca ha mirado la deuda inglesa, como obligación de honor, sino como resorte político para suscitar desavenencias entre Inglaterra y Francia. Rosas sacó mucho provecho de eso, en las cuestiones pasadas. Al favor de esas desavenencias, retuvo su poder y sus monopolios. Pero los copistas de Rosas , ¿qué podrán sacar hoy día de las indisposiciones entre la Inglaterra y la Francia? El reconocimiento de la independencia de Buenos Aires como nación independiente. Muy capaces serían ello de solicitar esa ignominia, antes que obedecer al gobierno de la Nación. Pero, ni conseguirán ganancia alguna con eso los tenedores ingleses de la deuda de Buenos Aires; ni la Confederación se dejaría arrebatar jamás una provincia que le cuesta tan cara" (carta de Alberdi a Urquiza, cuando Bs.As. estaba separada de los 13 ranchos).

Domingo Faustino Sarmiento: “No se tiene aún noticia de ciudadano alguno que no fuese a votar (Plebiscito del 26, 27 y 28 de marzo de 1835 en Buenos Aires por el cual la ciudadanía se pronunció en concederle la Suma del Poder Público a Roas). Debo decirlo en obsequio de la verdad histórica, nunca hubo un gobierno más popular y deseado ni más sostenido por la opinión... que el de Don Juan Manuel de Rosas” (Domingo F. Sarmiento. “Civilización y Barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga“. Santiago de Chile, 1845).

“Necesito y espero que su bondad me procure una colección de tratados argentinos, hechos en tiempo de Rosas, en que estén los tratados federales que los unitarios han suprimido después, con aquella habilidad con que sabemos rehacer la historia” (Sarmiento a Avellaneda, 16-12-1865).

“Remito a su excelencia un ejemplar del Facundo que he escrito con el objeto de preparar la revolución y preparar los espíritus. Obra improvisada, llena por necesidades de inexactitudes, a designio a veces, no tiene otra importancia que la de ser uno de los tantos medios tocados para ayudar a destruir un gobierno absurdo y preparar el camino de otro nuevo” (Sarmiento a José María Paz, 22-12-1845).

"Jovencito, no tome como oro de buena ley todo lo que he escrito contra Rosas" (de Sarmiento a Ramos Mexía).

Florencio Varela: “Se paseaba triunfante por las calles de Buenos Aires, hacía gala de su popularidad, recibía a todo el mundo, era un eco de alegría y de aplausos el que se alzaba por donde él pasaba; su casa era el pueblo, el pueblo lo amaba” (Florencio Varela. Extraído de la obra de Manuel Gálvez, “La vida de Rosas”. Editorial Tor).

Emilio Ravigniani: “Rosas... llegó un momento en que dominó por completo el escenario del país y su acción trascendió los límites de Argentina... Rosas tuvo amigos entre gente importante y entre los humildes. Mas su prestigio como hombre lo afirmó en estos últimos; entre los importantes se incubaron sus enemigos... A los personajes federales del interior, los envolvió en una trama amistosa tan fuerte y sutil que sin su conocimiento haría inexplicable la acción política desplegada. Con Estanislao López y Juan Facundo Quiroga estructuró la confederación a partir de 1831 sobre la base de un íntimo entendimiento... En la correspondencia sostenida con uno y otro y los respectivos actos de conducta aparenta dos ecuaciones personales diferentes fruto de una conciencia política proteiforme. Es un Príncipe Criollo” (Emilio Ravignani. Jurisconsulto, historiador y Profesor universitario. Uno de los creadores de la Nueva Escuela Histórica. Diputado de la Unión Cívica Radical desde 1936 por tres períodos. Testimonio extraído del libro de Fermín Chávez “La Vuelta de Don Juan Manuel”. Edit. Theoría. Bs. As. 1991).

Ernesto Sábato: “En muchas oportunidades como en una carta a Clarín en 1996, afirmé que es una triste muestra de inmadurez política y espiritual, el exilio póstumo de Juan Manuel de Rosas. Un hombre que luchó por la soberanía nacional contra potentes enemigos de afuera así como contra los argentinos que desde adentro los apoyaban... en esta ciudad de Buenos Aires hay calles que celebran la memoria de el tabaco o exigido salivaderas en los lugares públicos; pero no hay una sola calle y mucho menos una avenida para hombres como Rosas y Quiroga” (Expresiones vertidas por Ernesto Sábato. Físico- matemático, novelista y ensayista. Escritor premiado nacional e internacionalmente).

Leopoldo Lugones: “Batiéndose -ambidiestro formidable- con un brazo contra la traición que ponía en venta la propia tierra... y con el otro contra la invasión que venia a saquear en tierra extraña, echó a la tempestad riendas de hierro que manejó con sus puños de gran jinete de pueblos y de potros. Y por segunda vez se salvó ¡La independencia de América!" (Leopoldo Lugones, refiriéndose a Rosas en el artículo “EL SABLE”. Publicado en el periódico “El Tiempo” el 16 de octubre de 1897).

Juan Catriel: “Juan Manuel es mi amigo. Nunca me he engañado. Yo y todos mis indios moriremos por él. Si no hubiera sido por Juan Manuel no viviríamos como vivimos en fraternidad con los cristianos y entre ellos. Mientras viva Juan Manuel todos seremos felices y pasaremos una vida tranquila al lado de nuestras esposas e hijos. Todos los que están aquí pueden atestiguar que lo que Juan Manuel nos ha dicho y aconsejado ha salido bien...” (Discurso del cacique pampa CATRIEL en Tapalqué celebrando la llegada de Rosas al poder en su segundo gobierno. Extraído del libro “Partes detallados de la expedición al desierto de Juan Manuel de Rosas en 1833. Recopilado por ADOLFO GARRETON. Edit. EUDEBA. Bs. As. 1975).

Nicasio: “Que él había acompañado en cinco campañas a Juan Manuel y que siempre había de morir por él porque Juan Manuel era su hermano y el padre de todos los pobres” (Parte del discurso del Cacique Nicasio en Tapalqué celebrando la llegada de Rosas al gobierno por segunda vez. Extraído del libro “Partes detallados de la expedición al desierto de Juan Manuel de Rosas en 1833”. Recopilado por ADOLFO GARRETON. Edit. EUDEBA).

Cipriano Catriel: “Nuestro hermano Juan Manuel indio rubio y gigante que vino al desierto pasando a nado el Samborombón y el Salado y que jineteaba y boleaba como los indios y se loncoteaba con los indios y que nos regaló vacas, yeguas, caña y prendas de plata, mientras él fue Cacique General nunca los indios malones invadimos, por la amistad que teníamos por Juan Manuel. Y cuando los cristianos lo echaron y lo desterraron, invadimos todos juntos” (Expresiones del Cacique Catriel, extraídas del libro “Roca y Tejedor” de Julio A. Costa).

José Antonio Terry: “Si hemos de reconocer la verdad histórica convengamos que Rosas fue fiel ejecutor de las leyes de emisiones y seriamente económico dentro de las leyes de presupuesto. Durante su larga administración se quemaron fuertes cantidades de papel moneda y se amortizaron muchos millones de fondos públicos en el cumplimiento de las respectivas leyes. Esta conducta impidió la desvalorización del papel moneda, colocó a la plaza en condiciones de fáciles reacciones en los momentos en que las vicisitudes de la guerra lo permitían. El comercio y el extranjero tenían confianza en la honradez administrativa del Gobernador” (José Antonio Terry, “Contribución a la Historia Financiera”. En el centenario de mayo de 1910. Artículo en el Diario La Nación y trascripto en su libro “Finanzas” 2da. Edición, Pág. 442. Terry fue Ministro de L. Sáenz Peña, Roca y Quintana).

Mitre: “Sino queremos seguir exterminándonos los unos a los otros, sin alcanzar por ese medio bárbaro (guerra civil) la uniformidad que solo puede alcanzarse bajo la presión de un gobierno bárbaro como el de Rosas...” (Mitre a Urquiza luego de Pavón. 2-11-1861 JMR. tVI. p.396)

Laurent de l´Ardeche: “Lo que hay de cierto es que el poder de Rosas se apoya efectivamente en el elemento democrático, que Rosas mejora la condición social de las clases inferiores, y que hace marchar a las masas populares hacia la civilización dando al progreso las formas que permiten las necesidades locales. La guerra de los gauchos del Plata contra los unitarios de Montevideo representa en el fondo la lucha del trabajo indígena contra el capital y el monopolio extranjeros y encierra para los federales una doble cuestión: de nacionalidad y de socialismo” (Palabras de Laurent de l´Ardeche, diputado socialista francés, el 8-01-1850 en le parlamento francés. Publicado en “La Republique” de París el 9-1-1850 y en “La gaceta Mercantil” del 20-4-1850).

Palmerston: “Debemos aceptar la paz que quiere Rosas, porque seguir la guerra nos resulta un mal negocio” (Dicho por Palmerston en el Parlamento Ingles al pedir la aprobación del tratado Southern-Arana)

De Angelis: “La rada está llena de buques, los almacenes y tiendas rebosan. La aduana ya no sabe donde poner pipas y fardos, ni le alcanza el tiempo para hacer liquidaciones. Cada buque que llega trae onzas y emigrados. ¿Y en la Asamblea Nacional (de Francia) se discute si debe hacerse una expedición para pacificar el Río de la Plata. Y al que pide 3 mil hombres para sujetar a Rosas y a Oribe, se le aplaude y se le dice trés bien, trés bien.?"
“sin agresiones exteriores, quiero decir europeas, el gobierno argentino en la posición que le ha dado la naturaleza es inexpugnable, tiene más de lo que necesita para hacerse respetar”
“Rosas no ataca, pero sabe defenderse, y su política se halla encarnada en frases vulgares pero sentenciosas que acostumbra a repetir: Quien me la hace, me la paga. Quien me busca me encuentra. Y al son que me tocan, bailo” (De Angelis. Dic 1850. JMR t. 1. 230).

Delisle: “... Rosas no tiene absolutamente ningún derecho…, no ha sido elegido ni por el conjunto de las Provincias Unidas del Río de la Plata, ni por Buenos Aires. Ha llegado al poder por la violencia y es mantenido solamente por el terror de sus crímenes… ¿Tenéis los medios?… En el combate de Obligado sus fuerzas fueron avasalladas en un instante… Con 3.000 granaderos franceses arrollaríamos en un instante a esos gauchos cobardes...; algunas lanchas cañoneras y 10 millones de francos bastarán… Pero os pediré que agreguéis 4 ó 5 millones más para terminar de una manera honorable y digna de la grandeza de Francia un asunto conducido hasta ahora de manera tan vergonzosa y deplorable. El Paraguay, el Entre Ríos, el Brasil, solicitan una alianza ofensiva y defensiva que no nos costará nada… Podemos asegurarles un provenir contra las asechanzas de la pretendida Confederación Argentina. En un tiempo que estamos tan pobres de gloria y desde tanto tiempo. ¿el gobierno francés no debe aprovechar la ocasión de adquirir un poco de gloria?" (Diputado Delisle en la Asamblea Nacional de Francia. 30-4-1850, JMR La Caída. T. 1 – 225).

Prudencio Arnold: “Ni la ausencia, ni la distancia, ni el largo período de tiempo transcurrido desde su viaje a Europa, han borrado un momento de mi memoria el hombre de mi predilección y mis simpatías y cada vez que se pronuncia el nombre de Rosas mi corazón palpita a impulsos de estos mismos sentimientos.” “Su retrato de bulto es el único que hay en la salita de mi casa, en esta ciudad, frente a las ventanas de la calle” (Prudencio Arnold - Un Soldado Argentino. Carta a Rosas desde San Nicolás-20-04-1873).

Juan Domingo Perón: “El primero que después de San Martín muere en el exilio por haber defendido dignamente la soberanía popular y la independencia de la Patria. Los que se han dicho sanmartinianos parecen no haber comprendido la lucha contra el colonialismo que realizó Rosas, lo que San Martín vio claro a quince mil kilómetros de distancia. Él le rindió a Rosas, él le rindió a Rosas el mejor homenaje que un soldado puede rendir a otro soldado: su sable libertador...” (Carta de J. D. Perón del 20 de octubre de 1970 al historiador Fermín Chávez publicada por este historiador en su libro “La Vuelta de Don Juan Manuel”. Edit Theoría. Bs. As. 1991).

"Mis queridos padres:
Francia e Inglaterra siempre conspiraron contra nuestro comercio y nuestro adelanto y sino a los hechos:
En 1845 llegó a Buenos la abrumadora intervención Anglofrancesa; se libró el combate de Obligado, que no es un episodio insignificante de la Historia Argentina, sino glorioso porque en él se luchó por la eterna argentinización del Río de La Plata por el cual luchaban Francia e Inglaterra por la política brasilera encarnada en el diplomático Vizconde de Abrantes. Rosas con ser tirano, fue el más grande argentino de esos años y el mejor diplomático de su época, ¿no demostró serlo cuando en medio de la guerra recibió a Mr. Hood y haciendo amueblar lujosamente su casa dijo: Ofrézcansela al Mister, seguro de las ventajas que obtendría?
Nos demostró ser argentino y tener un carácter de hierro cuando después de haber fracasado diez plenipotenciarios ingleses consiguió más por su ingenio que por la fuerza de la República que en esa época constaba sólo con 800.000 habitantes; todo cuanto quiso y pensó de la Gran Bretaña y Francia; porque fue gobernante experto y él siempre sintió gran odio por Inglaterra porque ésta siempre conspiró contra nuestro Gran Río, ese grato recuerdo tenemos de Rosas que fue el único gobernante desde 1810 hasta 1915 que no cedió ante nadie ni a la Gran Bretaña y Francia juntas y como les contestó no admitía nada hasta que saludasen al pabellón argentino con 21 cañonazos porque lo habían ofendido; al día siguiente, sin que nadie le requiriera a la Gran Bretaña, entraba a los Pozos la corbeta de Harpy y, enarbolando el pabellón argentino al tope de proa, hizo el saludo de 21 cañonazos. Rosas ante todo fue patriota" (El teniente Perón escribía desde el Arsenal Esteban de Luca, lugar de su destino desde 1917. Original en Archivo de la Familia Perón).

Urquiza: “Buenos Sentimientos le guardan los mismos que contribuyeron a su caída, no olvidan la consideración que se debe al que ha hecho tan gran figura en el país y a los servicios muy altos que le debe y que soy el primero en reconocer, servicios cuya gloria nadie puede arrebatarle” (Justo José De Urquiza. Carta a Rosas del 24 de agosto de 1858. Extraída del libro de Mario César Gras “Rosas y Urquiza. Sus relaciones después de Caseros“. Edic. Del Autor. Bs. As. 1948).

“Toda mi vida me atormentará constantemente el recuerdo del inaudito crimen que cometí al cooperar, en el modo en que lo hice, a la caída del General Rosas. Temo siempre ser medido con la misma vara y muerto con el mismo cuchillo, por los mismos que por mis esfuerzos y gravísimos errores, he colocado en el poder” (Fragmento de carta de Urquiza a un tucumano de 18 años después de caseros, de fecha 3 de marzo de 1870 y publicada a fs, 326. tomo 3 de la Historia de los Gob. De las Provincias Argentinas de A. Zinny, ed. 192º - cita de Raúl Rivanera Carlés, Rosas Pág. 13).

Mitre: “Sino queremos seguir exterminándonos los unos a los otros, sin alcanzar por ese medio bárbaro (guerra civil) la uniformidad que solo puede alcanzarse bajo la presión de un gobierno bárbaro como el de Rosas….” (Mitre a Urquiza luego de Pavón. 2-11-1861 JMR. tVI. p.396).

H. S. Ferns (Investigador canadiense, residente en Gran Bretaña desde 1949. Decano y docente de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Birmingham): “Bajo la dictadura de Rosas se produjo cierto movimiento de progreso sobre el cual las generaciones posteriores pudieron construir. En la extensa provincia de Buenos Aires se mantuvo la paz durante un largo período de tiempo. La frontera se desplazó hacia el sur y hacia el este, se eliminaron las perturbaciones sociales, se conservó la independencia nacional. Había seguridad de la propiedad para todos aquellos que obedecieran a las autoridades públicas. Se respetaron cuidadosamente los derechos de los extranjeros conseguidos por tratados. El desarrollo comercial de la cría del ganado ovino agregó variedad y fuerza a la economía. Fue posible la acumulación de riquezas en manos privadas, tanto nacionales como extranjeras” (H. S. Ferns. Escritor canadiense radicado en Inglaterra. Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX. p. 221).

"El régimen del general Rosas no se presentó de pronto al mundo para que se lo admirara o se lo vilipendiara, según el gusto o los intereses, ni asumió repentinamente un carácter definitivo, que lo distinguiera de sus predecesores y de sus sucesores. Surgió lentamente y su carácter se fue formando en gran medida respondiendo a las circunstancias y por designio del personaje que le dio nombre. Como fue durante muchos años la figura central de una controversia política, hasta el punto que terminó por convertirse casi en una figura simbólica. Rosas parecía asumir un carácter moral único. Para el estudioso de las actividades ordinarias de su gobierno, realizadas mes a mes y año a año, su política no presenta contraste de blanco o negro. Cuando dijimos que el general Rosas defendió con ahínco la independencia de la República Argentina, resistiendo a la intervención extranjera y la independencia de la provincia de Buenos Aires dentro de la Confederación de provincias argentinas, dijimos todo lo que puede decirse sobre sus principios. Todo lo demás era cuestión de oportunidad y acomodación de desarrollo y de presiones ejercidas primero y en un punto y luego en otro. Esto acaso explique los repetidos fracasos de sus enemigos, ya que ellos siempre tendieron a juzgarlo por sus declaraciones mas extremas y sus peores actos, lo cual les impidió apreciar sus condiciones para las negociaciones sagaces y solapadas" (Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX. p. 222).

"La única Ocasión en que el Gobierno británico fue más allá de las palabras en su trato con al Argentina, esto es durante la turbulenta época del general Rosas, quedó derrotado y admitió con toda franqueza que había sido derrotado" (H. S. Ferns. Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX. p. 486).

Parish: “He tenido la satisfacción de ver muchas cosas de él. Su poder en el país es tan extraordinario como su modestia y moderación” (informa Parish a Londres). Los miembros del Gabinete de Rosas “son todos hombres honestos y de buena disposición”.

Henry Southern: “No es sensato juzgar con ligereza los motivos de un hombre que ha descubierto la manera de gobernar a uno de los pueblos más turbulentos e inquietos del mundo y que lo ha hecho con tal éxito que, aunque existan muchos motivos de queja y no poco descontento, cualquier hombre del país consideraría la muerte o aun la caída del general Rosas con la calamidad mas negra. Tal vez sería ciertamente la señal de desorden y de luchas intestinas que reducirían el país a la miseria”(Informe de Henry Southern a Palmerston). Los hechos le darían la razón a Southern, a tal punto que al poco tiempo de la caída de Rosas, el propio Urquiza reconocería que: “Hay un solo hombre para gobernar la Nación Argentina, y es Don Juan Manuel de Rosas. Yo estoy preparado para rogarle que vuelva aquí” (Urquiza al representante ingles Gore, al partir para reunirse para el encuentro de San Nicolás. Mayo de 1852. J. M. Rosa. Tomo VI. P. 34 – H. S. Ferns Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX. p. 297).

John Murray Forbes (cónsul de EEUU en Bs. As.): “... en comunicaciones anteriores he tratado de hacer un esbozo de este hombre extraordinario… en términos generales es una persona de educación limitada pero se parece a esos extranjeros (farmers) que abundan en nuestro país y son considerados la mejor garantía de nuestra libertad… es sumamente suave de maneras y tiene algo de las reflexiones y reservas de nuestros jefes indios… no hace ostentación de saber pero toda su conversación trasluce un excelente juicio y conocimiento de los asuntos del país y el más cordial y sincero patriotismo… mucho se espera de sus condiciones personales… me declaró que la primera preocupación de su gobierno sería estrechar aún más las relaciones de amistad con el presidente y la nación norteamericana” (comunicación de J. M. Forbes a su gobierno con motivo de la asunción de Rosas al poder) .

Herrera a Lamas (Exiliados unitarios en Montevideo, con referencia a la misión Hood): “Hood, que fue en el Alecto, aún no ha sido recibido, y es opinión general que no lo será mientras el Gobernador de Buenos Aires no obtenga la satisfacción completa que solicita de Inglaterra. Crea usted que cuando lo veo proceder de este modo, me reconcilio algún tanto con él, porque al menos nos venga de las humillaciones, de las injusticias y de las maldades de esos orgullosos poderes, que son tan cobardemente guapos con los débiles”.

“Todos los chilenos nos avergonzamos que haya en Chile dos periódicos que defienden la legalidad de la traición a su país, y usted sabe quienes son sus redactores” (General Pinto, ex presidente de Chile, le escribe al ministro plenipotenciario argentino).

“Triunfe la Confederación Argentina o acabe con honor, Rosas, a pesar del epíteto de déspota con que lo difaman, será reputado en la posteridad como el único jefe americano del sur que ha resistido intrépido las violentas agresiones de las dos naciones más poderosas del Viejo Mundo”, decía “O Brado de Amazonas”; De Río de Janeiro, el 13 de diciembre de 1845.

“O Sentinella da Monarchia”, del mismo origen, del día 17, se expresaba así: “Sean cuales fueran las faltas de este hombre extraordinario, nadie ve en él sino al ilustre defensor de la causa americana, el grande hombre de América, sea que triunfe o que sucumba”.









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